DANZA DEL AMANECER

Yo soy el embriagador encuentro entre los aromas de Patchouli Sulawesi y la frescura especiada de la pimienta negra rodeada de hojas de bayas rosadas. Mi corazón amaderado y floral sostenido por una delicada Vainilla te transporta a una lejana playa exótica. Los tambores resuenan a lo lejos. Luego llega el amanecer, el olor a hierba te sumerge en un sueño.

Yo soy una fragancia bohemia y moderna, abierta sobre una jugosa mandarina, que ofrece una adicción inmediata para todos. Gradualmente, me libero de las expectativas acurrucándome en sorprendentes notas de incienso y madera flotante.

Yo soy la sensación de felicidad que proporciona la contemplación del amanecer sobre el océano. Inspirado por los escritos Veda y por Shiva, mi espíritu baila con alegría.

Yo soy Danza del Alba.

Una palabra del Perfumista:

“Me veo al borde del agua, en las extensas playas de Sulawesi. El tiempo parece detenerse y me siento transportado por el olor único de esta isla. Aquí, las plantaciones de pachulí se encuentran al borde del océano, dándole esta particular estela inscrita en la dualidad: el aspecto terroso y húmedo de las plantaciones es como cristalizado por el aire salado proveniente del mar abierto. Este olor, como una vuelta a lo básico, me provoca una sensación de plenitud. Luego dejo escapar mi mente cuando contemplo estas extensiones exóticas. Mis sentimientos se multiplican por diez: la arena deslizándose entre mis dedos, el toque mineral de la madera arrastrada por la playa, la brisa fresca acariciando mi piel y el aroma de las plantaciones convirtiéndose en una verdadera fuente de inspiración. »

emilie cobremann